Los gusanos devoran lo poco que queda del Psoe en Benidorm

Dice el dicho, un clavo se saca con otro clavo y El tránsfuga Agustín Navarro se ha sacado un clavo molesto para él como el señor Llinares de urbanismo para meterse una inyección de adrenalina con la entrada en la lista de un afamado doctor local, no el doctor house, si fuese este le votaríamos todos, pero claro está que el tránsfuga tira pelotas ,clavos y veneno por doquier de forma que es capaz de humillar a sus propios militantes que quizás si sean buenos candidatos, una pregunta que desde ayer retumba en la mayoría de ciudadanos,militantes y simpatizantes es ¿Como retira de la lista a el concejal de urbanismo y deja al zopenco del del concejal de deportes y recursos humanos el afamadopersonaje de barra y JB con cola el MURCIANO, que para saber cual es su mano izquierda se tiene que mirar ambas manos a la vez.


El Psoe de Benidorm con la moción de censura del 22 de septiembre del 2009 se convirtió en un cadáver, con el paso del tiempo entró en estado de rigor mortis y hoy por hoy este cadáver está en descomposición y solo moran gusanos que se alimentan de lo poco que queda de este partido de la izquierda desenfrenada y manejada por la familia pajín, no nos engañemos aquí no manda ni el propio Alcalde la hoja de ruta y las pautas las marca la familia pajín y el tránsfuga Bañuls.


Nunca en la historia hubo una izquierda en Benidorm con dirigentes sumamente ineptos, retorcidos y de una arrogancia digna del peor de los dictadores de los tiempos que nadie quiere recordar y no me refiero a franco, ese al lado de estos era un santo. Ciudadanos este partido de la rosa en Benidorm emana un hedor  que ni un forense podría contener el vomito por muy acostumbrado que este a realizar autopsias.  


Y claro como era de esperar Agustín el tránsfuga no sólo tenía que sacarse un clavo si no dos, pero solo ha podido sacarse uno, ¿que pasa con el gran traidor de Bañuls? ese era gaviota y se convirtió en flor de la rosa y resulta que esa rosa está llena de espinas que no hay jardinero que meta mano a ese rosal  de marañas.